Actividades primarias como las agropecuarias y la explotación forestal del bosque han resultado, tradicionalmente, una parte importante de la estructura económica de la localidad de Torres de Albarracín, manteniendo en la actualidad una gran relevancia.
Según datos del último censo agrario, la localidad cuenta con algo menos de 400 ha ocupadas por tierras de labor, lo que apenas supone el 13% del total de la superficie municipal. Esta escasez de superficies cultivables se debe a las condiciones ambientales que presenta el término municipal, eminentemente montañosas. Como contraprestación, el aprovecho silvícola de los bosques de la localidad ha resultado desde antaño una fuerte vía de ingresos para la economía local. Así, el número de explotaciones agrarias alcanza las 25, todas ellas de carácter familiar. En lo que respecta a los cultivos destaca la producción de herbáceos, que ocupa la práctica totalidad de las tierras disponibles, excepción hecha de la excelente vega que se desarrolla a orillas del río Guadalaviar, y donde podemos encontrar otras orientaciones productivas como los frutales o el cultivo de hortalizas.
Mayor importancia que la agricultura tienen las actividades ganaderas. Torres cuenta con una cabaña que ronda las 4.000 cabezas, en torno a 3.000 de ellas de porcino, resultando esta orientación la principal producción agroganadera del municipio.
El resto de actividades económicas presentes en la localidad se distribuyen entre 24 actividades distribuidas en los sectores agropecuario (2 actividades), industrial (3), energía (1), construcción (7) y servicios (11).
Tal y como ocurre en el resto de la comarca, es el sector servicios el que en los últimos años ha experimentado un crecimiento más importante, sobre todo aquellas actividades relacionadas con el turismo, la principal actividad económica de futuro para Torres de Albarracín.